...Érase una vez un Mago que se llamaba Polo.
Un día llegó al castillo de los doce enanitos, que le dieron la bienvenida llenos de entusiasmo.
El Mago venía cargado de magia, felicidad y sonrisas. Muy primorosamente, tocó el corazón de los enanitos con su varita de la ALEGRÍA.
Al enanito Javi le gustaron mucho sus consejos y cuando les explicó lo importante que es ser agradecidos por la vida que tenemos.
Los enseñó a dar gracias por la familia y en especial por la pequeña familia que eran en ese castillo llamado "SUPERACIÓN" y... los animó a estar contentos por el maravilloso colegio en que estaban.
A la enanita Carmen María se le ocurrió que entre todos los enanitos le prepararan al Mago un póster con fotos del gran día en que visitaron el castillo de cinco años para representar "Magicuentos".
Uno de los enanitos del mago era su maravilloso hijo Polito. Esa mañana estaba muy FELIZ preparando el desayuno con globos, sorpresas y regalitos para agradecerle lo maravilloso que es.
Lo que más le gustó a la enanita Clara fue cuando repartieron los riquísimos hojaldres.
La enanita Erika se quedó impresionada, de nuevo, con los trucos de magia.
Elena, otra de las enanitas, se emocionó, igual que la enanita grande de los rizos, cuando el Mago bendijo la mesa con gran delicadeza.
Todos cogidos de las manos lo escucharon con el corazón emocionado.
A la enanita Miriam lo que más le gustó fue cómo el Mago cambió el sabor de su batido de vainilla.
Al enanito Manu lo cautivó cuando el Mago repartió los lápices mágicos.
Había dos enanitas que se llamaban Rocío y les encantó el truco de la gillotina, en el que la enanita grande de los rizos estuvo a punto de perder el dedo.
Y así todos los enanitos y la enanita grande tuvieron, una vez más, la certeza de que eran una pequeña familia con mucha suerte de tener como GRAN AMIGO al MARAVILLOSO MAGO POLO.
Y COLORÍN COLORADO... ESTE CUENTO HEMOS CREADO Y DISFRUTADO.