Gracias por invitarnos a la relajación, a la serenidad y por compartir con nosotros esta historia en la que hemos descubierto que, como los pozos, no solo podemos comunicarnos superficialmente, sino que la búsqueda en nuestro interior, nos deparará una comunicación más profunda con los demás.
GRACIAS POR HACERLO POSIBLE, por envolvernos con el halo de la reflexión, por empujarnos a desmenuzar el mensaje, como hacía el sabio y por hacernos caer en la cuenta de que no debemos dejarnos arrastrar por el consumismo, sino detenernos un poquito más en lo verdaderamente valioso que atesoramos en nuestro interior. |