CuchiIlustraciones
Hoy Cuchi nos trae esta ilustración en la que vemos a Pimpi saltando con intensidad, con fuerza, entregada al movimiento, al salto, ensimismada en el ritmo que marca su cuerpo y que se escapa a su control.
A veces Pimpi era muy pasiva, estaba quietecita, en silencio, pero a veces... se perdía en eufóricos saltos incontrolados como éste.
Vemos a Pimpi en esta preciosa imagen atrapada en ese movimiento repetitivo y cíclico.
Esta ilustración nos habla de las estereotipias que descubrimos en algunos de nuestros niños TEA, acompañados, a veces, de sonidos continuados, en bucle.
Esta es la misión de nuestro cuento: explicar y dar visibilidad.
Desde la comprensión, es más fácil abrirnos y aceptar las diferencias.