Mil gracias, @carmenmateo_psi, por una reseña tan maravillosa. Gracias por describir a PimpiCuchi con tanta delicadeza. Es un privilegio descubrir a Pimpi y a Cuchi a través de tu mirada. ¡Gracias!
Texto: @encarni.corral
Ilustración: @m.j.arillo
Editorial: @editorialsaralejandria
Érase una vez dos ardillas: Pimpi y Cuchi.
PIMPI no hablaba. A veces tenía la mirada perdida. A veces hacia movimientos repetitivos. Sus oídos eran sensibles, muy sensibles. Y nunca se acercaba a jugar con otras ardillas. Su mundo era suyo, de nadie más.
CUCHI era una ardilla verde con gafas. Un día miró a Pimpi. Suavemente se acercó a ella y, en silencio, permaneció a su lado. Al día siguiente, Cuchi volvió al lado de Pimpi, sin palabras, sólo permaneció junto a ella. Le gustaba que no la observara por su extraño color.
Después de un tiempo, PIMPI y CUCHI interactuaron a través de un casual objeto. Sus mundos se hicieron uno, la comunicación se produjo y ambos repetían "#Pimpicuchi" como si de la unión de ambos se tratara.
Pimpi y Cuchi son unas ardillas un tanto particulares aunque, bueno, todas lo son de algún modo. ¿Cómo acabará esta reciente amistad? ¿Qué pensarán las demás ardillas de ellas?
Una historia que describe a la perfección la sintomatología #TEA y que nos transmite un profundo mensaje de aceptación y respeto a través de un texto cuidado y poético. Un reconocimiento a todas esas personas capaces de ver con sus gafas más allá de las apariencias, más allá del silencio. Una sucesión de encuentros entre dos seres especiales con un cambio de mirada que hace posible la comprensión y el amor.
Con ilustraciones a lápiz que reflejan a la perfección las miradas, los instrumentos y los colores de aquel bosque particular.
Además, la autora pone a nuestra disposición una gran variedad de #juegosinteractivos sobre el cuento donde aprender los tamaños, los números, las series, la atención, la clasificación de palabras y muchas cosas más.