lunes, 2 de marzo de 2015

CAPÍTULO 5. Comenzamos la "GIRA ROCINANTE"


 
¡Comenzamos! ¡Todo listo! ¡Qué nervios! 

¡Desplegamos toda nuestra ilusión! 


¡Adelante! ¡Emprendemos el viaje!



 ¡Qué presentadora estelar! 
Abrimos con una breve explicación del desarrollo de la puesta en escena y con la presentación de cada uno de los personajes y los elementos que van a ir apareciendo.



Los molinos de viento entran en acción, valorando el buen corazón de nuestro Quijote.


Cada semana pedimos colaboración extra de alumnos de 1º de EPO, los más peques, que entusiasmados quieren llevar las lanzas de D.Quijote. 


 Con dibujos de Mingote vemos cómo fue la batalla de los molinos, cómo mantearon a Sancho..
 ¡Mirad la batalla contra los corderos, el casco prodigioso...


 La jaula del león, el caballo de madera... ilustrando lo que nuestros compis nos cuentan.


 ¡ Ohhh mi amada Dulcinea!

 

Lo utilizamos como refuerzo positivo ante el trabajo y buen comportamiento durante toda la semana.


Buscamos la implicación y protagonismo de niños de todas las clases, en este caso, contamos con un niño que ya ha leído el Quijote. Así vamos subiendo a todos a la grupa de nuestro delgaducho protagonista.



¡Dulcinea también nos acompaña en esta gira! todos tenemos un papel importante y fundamental en esta puesta en escena, somos piezas claves en este rompecabezas.


Nuestro Jardín florece ante tanto despliegue de magia.

 Nos admira la escucha activa, atenta, de ojos abiertos y sentidos entregados a nuestra historia.


¡La lanza de los molinos de viento! En ella vemos la imagen que ilustra cómo el protagonista era golpeado por las aspas de nuestro gigante molino.


¿Qué significa para nosotros este montaje? 


Trabajo cooperativo, participación en grupo, articulación, motivación, deshibición, adentrarnos en el gusto por la lectura, ser portadores de la imaginación...


....sobre todo lanzar estribos para ayudar a todos a subirse a lomos de nuestro protagonista y así engancharse a esta aventura hermosa que es descubrir LOS LIBROS.

Y... cómo no! Significa ¡SUPERACIÓN!