¡GRACIAS!
Queremos darte GRACIAS por tanto, Madre Encarnación, son tantas las bendiciones que nos regalas, tantas las veces que intercedes por nosotros, las veces que te sentimos a nuestro lado...
Las palabras son pobres y no llegan a alcanzar todo lo que quisiéramos agradecerte, pero con estos humildes corazones que te regalamos, para festejar tu día, te decimos:
GRACIAS, MADRE.
Llévanos siempre en tus manos.