UN AÑO
Hoy hace un año que Pimpi apareció de repente con su carita simpática y su cuerpecillo juguetón para invitarme a escribir sobre ella.
Y así fue como un bonito día como hoy, en un momento soleado, en un lugar agradable y con una mirada dispuesta a acoger la espontaneidad, comenzó la historia de mi primer cuento ilustrado.
Puedo llamarlo señal, providencia, casualidad... cada cosa tiene su momento y ese fue el momento en que PimpiCuchi comenzó a amasarse.
Jamás pensé que dejara de ser un cuento más de los que habitan en mi cajón para salir al mundo, para llegar a esas manitas, a esos ojitos que lo recorren con ilusión, con intriga...
No hubiese imaginado nunca que, por fin, gracias a aquella ardillita y a las alas de las hadas, esa historia pudiese ver la luz.
Así que hoy se convierte ya en uno de esos días que siempre recuerdas con especial cariño, porque surgen cosas, porque te dibujan una sonrisa al volver a él. Hoy se convierte en un día de aprendizaje para mí, detenerme en las pequeñas cosas, nos puede llevar a momentos realmente especiales y mágicos, hasta incluso a CUMPLIR NUESTROS SUEÑOS.
¡Gracias a tod@s los que lo habéis hecho posible!
@m.j.arillo
@editorialsaralejandria
